lunes, 1 de junio de 2009

LAS LÍNEAS

Por lo que respecta a la salud, las líneas contienen un sistema único de significado dentro de la estructura de la mano. Indican el grado de expresión y equilibrio emocional, el nivel de vitalidad física y nuestra vulnerabilidad al trauma, incluyendo las enfermedades, los accidentes y los encuentros cercanos con la muerte.

De todas las líneas de la mano, la que más le interesa a todo el mundo es la de la vitalidad o línea de la vida. Es la primera en desarrollarse en el embrión, y su profundidad, claridad y longitud revelan nuestro nivel de vitalidad y la constitución física.

Como señalamos anteriormente, la línea de la vida baja hacia la muñeca desde el punto en que se encuentra el pulgar y el índice. La parte superior de la línea muestra el momento del nacimiento, mientras que la inferior (en donde empieza a curvarse en la muñeca) señala aproximadamente setenta años de edad. Como línea central de la mano (todo el mundo debería tener una), la línea de la vida registra todos los acontecimientos importantes, transiciones mayores de la vida, traumas y pérdidas de la fuerza y la vitalidad. La línea de la vida rota  indica una operación con peligro para la vida practicada cuando el individuo estaba sobre los veinticinco años. Se trata de una joven que apenas sobrevivió a la operación cuya fiebre ascendió a los 40,67° al salir del quirófano. Los médicos la tuvieron envuelta en compresas de hielo durante veinticuatro horas, momento en que la fiebre comenzó a remitir. Nadie esperaba que se recuperara. También resulta interesante la pequeña línea de influencia que hay junto a la ruptura y toca la línea de la vida. El encuentro cercano de la mujer con la muerte produjo un efecto profundo en su actitud ante la vida, llevándole a una mayor creatividad y libertad personal.

Sin embargo, como la línea de la vida puede cambiar, los acontecimientos futuros y las indicaciones de enfermedades están sometidos a cambios. Todas las enfermedades, traumas y demás dificultades —aunque a menudo dolorosas y a veces amenazadoras para la vida— tienen componentes positivos. Nos enseñan valiosas lecciones sobre la vulnerabilidad, el enfrentamiento a la frustración, el aceptar la responsabilidad de nuestra salud y aprender a apreciar lo que tenemos en la vida.

¿Se pueden evitar esos problemas? Quizá. Al ser conscientes —y actuar de acuerdo con ello— de las lecciones que tenemos que aprender durante la vida sin vernos impulsados a la acción por causa de una enfermedad u otro trauma, seremos capaces de evitarlos. Un caso ilustrativo nos lo proporcionan las huellas de un abogado de treinta y cuatro años. Su línea de la vida se rompía aproximadamente a los sesenta y cinco años de edad, lo que podría indicar una enfermedad que ponía en riesgo la vida. Preocupado por esta posibilidad, decidió mejorar la dieta y dejar de fumar. Varios años después, la línea se había arreglado completamente. La posibilidad de una enfermedad grave le ayudó a adoptar hábitos de vida positivos. Aceptó la responsabilidad de su salud antes de que aparecieran los síntomas.

Una línea de la vida larga, clara y profunda indica vitalidad y una constitución fuerte, mientras que corta, débil o llena de islas y rupturas revela debilidad física y un incremento de la vulnerabilidad a la enfermedad. Este tipo de línea de la vida no nos condena necesariamente a una mala salud o una vida breve. Indica que no debemos dar por supuesta nuestra salud, y que debemos poner especial cuidado en comer bien, hacer ejercicio regularmente y tratar los problemas pequeños de salud antes de que se conviertan en enfermedades mayores. Al tomar conscientemente la decisión de adoptar un estilo de vida positivo, podemos cambiar gradualmente una línea de la vida débil, rota o corta en una que sea clara, larga y fuerte.

En la línea de la vida, las islas suelen indicar periodos de baja vitalidad y de aumento de la vulnerabilidad a la enfermedad. Si parecen corresponder en el tiempo con islas en las líneas de la cabeza, el corazón o la profesión, suelen adoptar un significado simbólico que indica confusión, preocupación o falta de dirección y concentración. En las personas que tienen cáncer se encuentra a veces al final de la línea de la vida una isla en forma de huevo. Aunque no es una garantía de padecer esa enfermedad, sí indica una predisposición. Las personas que la tengan no deben dejarse llevar por el pánico, pero sí deben eliminar los factores contribuyentes conocidos: tabaco, alimentos ricos en grasas y aditivos y bajos en fibra, la polución ambiental y el estrés crónico. También deben tener conciencia de las «siete señales de peligro del cáncer» y, de aparecer, ponerlo enseguida en conocimiento de un médico.

Los puntos rojizos o azulados que aparecen en la línea de la vida suelen indicar un accidente o enfermedad graves con incidencia de fiebre alta. Si en el periodo de la misma edad apareciera un punto en las líneas del corazón, cabeza o estómago, probablemente ese órgano se verá afectado, sobre todo si el punto aparece en las dos manos.

Si la línea de la vida está rota por una línea de influencia procedente del monte de Venus, puede indicar un accidente grave. Verifí-quelo en las dos manos.

La línea interior de la vida va en paralelo a la línea de la vida y proporciona fuerza extra durante la enfermedad, accidente o pérdida de la vitalidad. En la huella de la figura, esta línea corta «cubre» la ruptura de la línea de la vida y modifica su efecto.

A veces la línea de Saturno sustituye a una línea de la vida débil o en desaparición. En este caso, la línea de Saturno realiza una «doble tarea», pues es tanto una línea de la vida suplementaria como una indicación de la dirección de la profesión.

Ya mencionamos que una buena línea de cabeza ha de ser clara, fuerte y carecer de islas y rupturas. Desde la perspectiva de la salud, las islas indican periodos de preocupación o indecisión que pueden producir tensión y enfermedades relacionadas con el estrés. Si tiene usted una isla o ruptura en la línea de cabeza, debe evitar el estrés mental.

Ingiera alimentos relajantes en lugar de estimulantes, evite la cafeína y azúcares refinados y concédase periodos frecuentes de relajación, recreo y meditación.

La linea del corazón mide nuestra vida emocional y registra muchos traumas físicos y emocionales. Una línea del corazón rota o encadenada revela un alto grado de sensibilidad emocional que,, a su vez, puede indicar una predisposición a las enfermedades relacionadas con el estrés. Los puntos azules o rojos en esta línea son posibles indicadores de problemas del corazón o enfermedades circulatorias.

La linea de Mercurio (o línea del estómago) empieza cerca del final de la línea de la vida y se dirige hacia el dedo de Mercurio. Los doctores dicen que lo mejor es no tener esta línea, pues su presencia indica posibles problemas de estómago, intestinos, hígado, páncreas y ríñones.

El abdomen y el plexo solar han recibido a veces el nombre de «espejo de las emociones». Cuando reprimimos sentimientos de cólera, penas y frustración, pueden producir dolores y disfunciones abdominales. Mientras que una línea del estómago fuerte y sin rupturas indica un mayor grado de resistencia a los problemas abdominales, una línea rota revela úlceras o problemas glandulares debidos a dificultades emocionales o de otra índole. Un joven aquejado de colitis grave. Los problemas específicos, como las enfermedades hepáticas, se reconocen a menudo por un tinte amarillento de las uñas o de la piel.

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