viernes, 24 de julio de 2009

Su mano: un ordenador vivo

La mano humana ha creado toda nuestra civilización y cultura. A través de los años, modelando instrumentos para la caza y el cultivo, ha asegurado nuestra supervivencia. Con la ayuda de la mano se han registrado las grandes ideas que, de otro modo, se habrían perdido para la posteridad. La exploración del espacio exterior, así como los descubrimientos en el campo de la microbiología, no habrían sido posibles sin el desarrollo de las lentes pulidas por la mano.

Mediante la armoniosa cooperación entre los veintisiete huesos, las docenas de músculos y los millones de nervios, la mano humana es una maravilla de diseño y cooperación. Puede coger cientos de libras y, en el caso de los maestros de karate, puede deshacer ladrillos y partir en dos una mesa. Y sin embargo, la mano puede realizar la más delicada operación quirúrgica del cerebro, es capaz del más hermoso diseño en la cabeza de una aguja, o tocar 960 notas por minuto en un concierto de piano. Nuestras manos expresan nuestro amor, nuestras necesidades y nuestro deseo de comunicación. Desde los primeros meses de la vida, nuestras manos son nuestro vínculo básico con el mundo y nos ayudan a aprender y experimentar la vida.

La mano nos ha fascinado durante miles de años. Los estudios de la mano humana —como herramienta para la expresión creativa y como espejo de nuestro ser inferior— se retrotraen a más de cinco mil años. Se cree que los chinos empezaron a estudiar la mano en el 3000 a. de J. C. Al mismo tiempo, en la India, los sabios arios desarrollaron el estudio del análisis de la mano, Hast Samudrika Shastra, como parte de una ciencia mayor (Samudrika Shastra), que interpreta y predice el destino y la naturaleza humana mediante el análisis de la frente, rostro, manos, pecho y pies. En la literatura india pueden encontrarse escritos relativos al estudio de la mano humana que datan el año 2000 a. de J. C, siendo posible hallar las primeras referencias a la propia quiromancia en Las leyes de Manu, texto védico (vi: 50).

Aunque no queden documentos escritos, sabemos que los antiguos caldeos, tibetanos, sumerios y babilonios estudiaban la ciencia del análisis de la mano, así como los primeros hebreos, egipcios y persas. Hoy en día, en todo el Oriente Medio, la lectura de la mano, llamada Ilmul-kaff, es un estudio y ocupación muy respetado.

Los griegos que eran unos estudiosos entusiastas de la simbolo-gía y el análisis de la mano, y acuñaron el término chirosophia (de xier, mano, y sophia, sabiduría). Se cree que Aristóteles encontró en un altar dedicado a Hermes un antiguo documento arábigo que versaba sobre quirosofía. A él se le adjudica la autoría de varios tratados especializados en las manos, incluyendo uno escrito, especialmente, para Alejandro Magno.

Además de Alejandro Magno, Claudio Galeno, Anaxágoras, Hipócrates, Artemidoro de éfeso y Claudio Ptolomeo eran también estudiosos serios de la quirosofía médica y psicológica, así como de la quiromancia, arte y ciencia de predecir el futuro por medio de las líneas de la mano.

La Biblia ofrece abundantes referencias de la mano humana y su significado. Encontramos referencias específicas a la palmología en Job, 37:7 (Sella entonces las manos de los hombres, para que todos conozcan su obra), y en Proverbios, 3:16 («Una larga vida hay en su mano derecha; y en su izquierda riquezas y gloria»). En Exodo, 7:5, se dice que la mano significa la presencia y poder de Dios, en Ezra, 7:9, que es un signo de su benevolencia, y en Isaías, 8:11, se representa a la mano como transmisora de los pensamientos y deseos de Dios: «Sí, así me habló Yavé; cuando me tomó con su manos y me advirtió que no siguiera el camino de este pueblo...»

La mano se ha visto también como símbolo de la pasión de Cristo, y Sus manos (como las de María) se han representado a menudo con una luz curativa irradiante. Los primeros católicos veían un significado especial en los dedos de la mano. El pulgar significaba la persona principal de la divinidad y el índice representaba al Espíritu Santo. El corazón era Cristo, y el anular y el meñique revelaban respectivamente su doble naturaleza, divina y humana. Incluso hoy en día es costumbre que un sacerdote bendiga a sus parroquianos con el pulgar, índice y corazón levantados, simbolizando al Padre, Hijo y Espíritu Santo.

También entre los musulmanes se considera importante la mano desde un punto de vista religioso. La propia mano se ve como un signo de protección, y a menudo pequeñas manos de plástico adornan los parabrisas de autobuses y coches de los países árabes. En la religión musulmana, los cinco dedos representan a los diferentes miembros de la Sagrada Familia: El pulgar simboliza a Mahoma, mientras el índice representa a la Señora Fátima. El corazón es Alí, y el anular y meñique son Hassan y Hussein, respectivamente.

Los dedos de la mano representan también los cinco mandamientos principales de la fe islámica:

Pulgar: guarda la fiesta del Ramadán Indice: cumple el peregrinaje a la Meca Corazón: da limosna a los pobres Anular: haz las abluciones necesarias Meñique: oponte a todos los infieles

La mano ha gozado de especial significado religioso en casi todas las culturas del mundo, incluyendo la de los hindúes, egipcios, budistas y americanos nativos. En muchas prácticas sagradas de las religiones más importantes del mundo pueden verse posturas de oración consistentes en elevar las manos y brazos, mantener las manos encima de la cabeza, plegar las manos y entrecruzarlas. En las danzas sagradas de India y Bali son esenciales los mudras, o gestos de manos. Los movimientos simbólicos de las manos de los brujos, magos, místicos y sacerdotes en las bendiciones, invocaciones, bautismos y purificaciones están extendidos por todo el mundo.

Desde los tiempos de Jesucristo, el papel curativo de la mano ha tenido una gran importancia. Como puente entre la esfera psíquica y la somática (física), la mano se considera como un centro de poder que transmite energía de una persona a otra. La práctica de imponer las manos ha sido un elemento primario en disciplinas tan diversas como la medicina shamánica del Nepal, áfrica, Norteamérica y Brasil, en las ceremonias curativas de la Iglesia Católica y en las técnicas modernas del «Tacto Terapéutico», como las que se enseñan en la Escuela de Enfermeras de la Universidad de Nueva York a los médicos, enfermeras y otros profesionales sanitarios.

Sin embargo, casi todos damos las manos totalmente por supuestas. Desde los primeros días de nuestra vida, su papel táctil de percibir y reconocer las superficies es esencial para nuestro crecimiento y desarrollo psíquico. Los niños lo tocan todo para experimentar a las personas, objetos y espacios que les rodean, pues las manos son extremadamente sensibles a la presión, tacto, vibración, temperatura, dolor y movimiento. Además de poder distinguir una sustancia o material de otro (como lana, poliéster o algodón), las manos pueden decir instantáneamente si una superficie está caliente, fría, húmeda, seca, pegajosa o aceitosa. El sentido del tacto es esencial para las relaciones humanas. Un simple apretón de manos proporciona una gran información sobre la otra persona, y nos dice si es cálida, hostil, fuerte, amigable, si es débil o nos podemos apoyar en ella, todo en una fracción de segundo.

Como herramienta de trabajo, la mano es un instrumento magnífico. Como tenemos un pulgar opuesto, a diferencia de los monos, podemos sujetar objetos, tocarlos al mismo tiempo por todos los lados y utilizarlos más como una extensión de la mano que como un simple elemento para el tacto. Las manos forman una unidad de trabajo muy compleja y adaptable. Utilizada en cirugía, deportes, masajes, caligrafía, etc., la mano humana nos ayuda a alcanzar la cima de nuestro potencial creativo.

Finalmente, las manos son vitales por su capacidad —en conjunción con el cerebro— de expresar quiénes somos. Los psicólogos dicen que entre los doce y los catorce meses de edad nuestras manos empiezan a expresar sentimientos de necesidad, alegría, pena, cólera, sorpresa y atención. Sirven como componentes vitales del lenguaje de cada día y nos permiten expresar a los demás nuestras emociones más profundas.

El concepto de que las manos expresan quiénes somos forma la base del análisis de mano (quirología) psicológicamente orientado, frente a la pálmica predictiva o quiromancia. Aunque nuestra manera de andar, expresión facial y postura expresan en cierta medida nuestro ser interior, las manos son mucho más expresivas y específicas y pueden reflejar la esencia de nuestras vidas con mayor profundidad y precisión que cualquier otra parte del cuerpo. Este hecho impresionó en tal medida al famoso psiquíatra Cari Jung que decidió estudiar psicoquirolorología. En la introducción que escribió a Las manos de los niños, de Julius Speer, Jung escribió:

... Las manos, cuya forma y funcionamiento están tan íntimamente relacionadas con la psique, pueden proporcionar expresiones reveladoras, y por tanto interpretables, de las peculiaridades psicológicas, es decir, del carácter humano.

¿A qué se debe? Como instrumento básico del tacto, la mano juega un papel primordial en el condicionamiento del cerebro, cuerpo y emociones, desarrollando ciertas respuestas ante el mundo que nos rodea. Además de ser un espejo de nuestra herencia genética, las manos también pueden revelar los cambiantes esquemas de salud, estabilidad emocional el desarrollo de los talentos y los acontecimientos más importantes, que están determinados por el modo en que respondemos a la experiencia de nuestra vida. Como las líneas de la mano pueden cambiar, nos ofrecen una oportunidad especial de controlar el sendero de nuestra vida y de ver en el pasado presente y futuro.

Aunque tiene miles de años de antigüedad, el análisis de la mano sigue siendo una ciencia joven y en desarrollo. Aunque no sabemos aún el cómo ni el por qué las manos revelan lo que hacemos, con los siglos ha evolucionado un complejo sistema que puede mostrar —mediante el estudio de la forma, textura, contorno y líneas de las manos— una información importante sobre nuestras vidas que puede servir de indicador del autoentendimiento y realización personal.

A diferencia de otros sitios, que tratan primordialmente los aspectos predictivos de la lectura de la mano, nuestro trabajo se centra en gran parte en el análisis de la mano como herramienta para el autoconocimiento. Esta disciplina del análisis de la mano, de orientación más psicológica, puede ser valiosa por distintos motivos:

1. El análisis de la mano ayuda a desarrollar el autorreconoci-miento en un nivel más profundo. Puede indicar fuerza y debilidad, señalar las lecciones que tenemos que aprender en la vida y revelar las cuestiones interiores más importantes que necesitamos resolver. También nos enseña que el conflicto tiene un propósito benigno en la vida y nos ayuda a crecer en sabiduría, valor y experiencia.

2. Puede ofrecer una perspectiva sobre la vida que es al mismo tiempo objetiva y real. La lectura de la mano va más allá de las proyecciones y esquemas de nuestro limitado ego y nos dan una idea de nuestra situación en la vida y del punto al que nos dirigimos. Muestra de qué modo nuestra naturaleza psicológica puede afectar a nuestra salud, profesión y relaciones, e indicar lo que necesitamos para lograr un mayor sentido de armonía y equilibrio en nuestras vidas.

3. Como la palmología confirma a menudo nuestras percepciones básicas y sentimientos interiores, puede darnos un mayor grado de independencia y confianza en nosotros mismos. Ello nos permite examinar nuestras vidas con un sentido más profundo de alivio, ayudándonos a seguir con optimismo y sentido de la finalidad entre los desafíos y obstáculos.

4. El análisis de la mano permite determinar a la persona los tipos de actividad que debe realizar en la vida para lograr la mayor cantidad de placer, interés y autorrealización.

5. El análisis de la mano puede revelar de qué modo se ajustan nuestras experiencias en un esquema global de acontecimientos que constituyen el plan vital o la estructura básica de núestra vida. Nos permite ver la vida más como una aventura que ha de ser experimentada, en lugar de como una serie interminable de problemas, obstáculos y castigos.

6. La palmología permite entrar en contacto con la esencia más profunda, que va más allá del ego consciente. Nos ayuda a beneficiarnos de esa fuente de fuerza y sabiduría interior, de modo que podamos atravesar con valor los periodos de dificultad.

7. Además de ayudar a la persona cuya mano estamos leyendo, la quirología ayuda al lector a conseguir un nivel más profundo de sintonía interior con el «cliente», en lugar de proyectar nuestras suposiciones inconscientes sobre lo que éste debe hacer o no en su vida. Nos ayuda a entender sus necesidades reales y recomendarle una terapia o cuidados apropiados.

8. A los que desarrollan seriamente su conocimiento de la quirología para ayudar a los demás, el análisis de la mano nos ayuda a contactar más profundamente con nuestro ser interior y a confiar más, durante nuestro trabajo, en nuestra intuición y sabiduría interior.

Este sitio se divide en cuatro partes básicas. La primera proporciona la base esencial completa del análisis de la mano. Los capítulos que la componen se centran en el significado de la forma y consistencia de la mano, los dedos, los montes y las líneas.

La segunda sección se concentra en los aspectos más psicológicos de la lectura de la mano y en el modo en que se relacionan con nuestros mundos interiores de la inteligencia, la voluntad y la sexualidad.

La tercera sección se refiere al papel del análisis de la mano con vistas a la consecución de logros en la vida diaria, incluyendo la profesión, salud y espiritualidad.

La parte final ofrece una guía práctica al aspirante a lector, incluyendo orientación básica y metodología, la toma de huellas de manos y la organización de los datos, así como el análisis de varias manos interesantes.

jueves, 23 de julio de 2009

Tipos psicológicos de manos


Walter Sorell, distinguido autor de The Story of the Human Hand, escribió: «La forma y apariencia de la mano es para muchos de nosotros tan expresiva que las aceptamos como un indicador de la personalidad.» Añadía que, aunque podemos creer erróneamente que podemos evaluar la personalidad sólo por la forma de las manos, es sólo un paso importante para cimentar un análisis total de la personalidad.

Con los años, muchos lectores de manos han tratado de clasificarlas en distintas-categorías. Aunque no hay un sistema único que sea perfecto —y pocas manos llegan a conformarse realmente a un tipo de mano específica—, su clasificación nos da un marco de referencia general en el que podemos basar un análisis completo.

Básicamente, las manos se dividen en dos grupos, que pueden clasificarse como receptivas y realistas.

La mano receptiva suele ser de aspecto frágil y delicado, larga y cónica. Sus poseedores suelen ser muy sensibles y emotivos, afectando muchas corrientes a sus vidas. Es común en ellas un abundante esquema de líneas, lo que significa muchos intereses y caminos de expresión.

La mano realista se caracteriza por rasgos más afirmativos y expresivos. Generalmente este tipo de mano es más cuadrada y ancha, dando una impresión de energía, impaciencia y buen asentamiento en una realidad de tres dimensiones. Sus poseedores suelen s"er robustos, activos y determinados.

Durante más de cien años, muchos analistas han considerado que el sistema desarrollado por el capitán Stanislaus d'Arpentigny ofrece la guía más útil para la clasificación de manos. Introducida por primera vez en su sitio, La chirognomie, ou l'art de reconnaître les tendences d'intelligence d'après les formes de la main (Paris, Charles Le Clere, 1843), d'Arpentigny creía que hay seis tipos de manos: elemental, espatulada, cuadrada, nudosa, cónica y sensitiva o psíquica. Posteriormente añadió una séptima categoría, la de las manos «mixtas».

El sistema que utilizaremos en este sitio involucra cuatro de los tipos de mano de d'Arpentigny: cuadrada, espatulada, cónica y psíquica. También nos centraremos en la clasificación de las manos mixtas, a la que pertenece la mayoría de la gente. Analizaremos los importantes factores modificadores: tamaño de la mano, consistencia, textura y flexibilidad de la piel; veremos de qué modo pueden proporcionar éstos precisión en análisis del carácter.

miércoles, 22 de julio de 2009

LA MANO CUADRADA:

«ESTABLECER EL PLAN»

La primera categoría de la clasificación realista es la mano de tipo cuadrado (Fig. 2.1). Reconocida por la cuadratura que le dan los dedos, también cuadrados, es la mano del organizador y planificador.

Los poseedores de esta mano aman el orden, el método y la estabilidad. El sentido común gobierna sus emociones'y enfocan la vida de un modo uniforme y sistemático. Les disgusta la confusión y a menudo tienen dificultades para adaptarse a las nuevas circunstancias, especialmente cuando la mano y/o el pulgar son rígidos. A menudo son competentes, y muy cuidadosos, con el dinero.

Carentes a menudo de personalidad, las personas de manos cuadradas prefieren las normas, métodos y estructuras. Ernst Issberner-Haldane, quirólogo alemán, observó que son excelentes ingenieros, doctores y burócratas. Las manos cuadradas dan también a sus poseedores una desordenada capacidad de perseverar y de enfrentarse a las situaciones difíciles, siempre que éstas sean estables y de naturaleza predecible.

martes, 21 de julio de 2009

LA MANO ESPATULADA: ¡ACCIÓN!

Las manos espatuladas  entran también en la categoría realista. De aspecto suelen ser anchas y fuertes, con dedos ligeramente nudosos. Su sorprendente cualidad visual es marcadamente «abanicada» en la punta de los dedos, dándoles forma de espátula.

La mejor palabra que se puede utilizar para describir esta mano es la de acción. La gente de manos espatuladas es enérgica, tenaz, innovadora y autoconfiada. Como los de manos cuadradas, suelen ser prácticos y «tienen los pies» en la realidad cotidiana.

Las personas de manos espatuladas suelen ser creativas e impulsivas. En general son extrovertidas y dinámicas, y resulta interesante estar a su lado. Suelen tener una sorprendente capacidad de aprovecharse de una situación y utilizarla en su beneficio.

La mano espatulada es primordialmente una mano sensata y favorece las actividades en el plano material. El comercio, la banca, la construcción y la empresa son profesiones preferidas por las personas con estas manos. Sin embargo, cuando son flexibles aumentan el interés por los placeres sensuales, a expensas del trabajo y de otras responsabilidades.

lunes, 20 de julio de 2009

LA MANO CÓNICA:

AMOR A LA BELLEZA

A diferencia de los tipos anteriores, la mano cónica o artística pertenece a la categoría receptiva. Tiende a ser ligeramente ahusada en la base de la palma y punta de los dedos. La textura de la piel suele ser fina, denotando sensibilidad y amor a la belleza.

Las personas de manos cónicas están gobernadas por el impulso y las primeras impresiones. A diferencia de los poseedores de manos cuadradas, regidos por la razón, son sentimentales, intuitivos, impulsivos, caprichosos y románticos.

Se dice que la inconsistencia es uno de los problemas principales de los poseedores de estas manos. Suelen empezar un proyecto con gran entusiasmo, pero lo dejan para que lo complete otra persona, especialmente si sus manos son flexibles. Aunque tienden a apoyar los esfuerzos de los demás, a menudo cambian de lealtad y encuentran difícil el compromiso .

La creatividad es alta. Si la mano es firme y las líneas están bien formadas, las energías creativas se canalizan principalmente hacia empresas intelectuales. Cuando la mano es blanda y grasa tienen una poderosa naturaleza sensual. Entre sus necesidades principales están los alimentos agradables, dinero, mucho sexo y un alrededor confortable.

LA MANO PSíQUICA: DOLOROSAMENTE IDEALISTA

La mano psíquica o intuitiva es relativamente rara, pero muy concreta. Es una mano hermosamente formada de dedos largos y graciosos terminados en punta. Sus poseedores, como los de manos cónicas, son muy sensibles y sienten un gran interés por la belleza. También hay una tendencia a ser muy excitable e impresionable.

Las personas de manos psíquicas son motivadas por sus sentimientos más profundos. Son muy creativas y poseen una imaginación poderosa. El sentido común no es uno de sus principales atributos y con frecuencia tienen problemas para enfrentarse a la vida.

Estas personas tienen una gran necesidad de «asentarse» en el mundo material. Aunque necesitan profundizar su amor a la belleza y su interés innato por los asuntos espirituales, también necesitan aprender a funcionar en el mundo diario. Por esa razón, necesitan amigos fuertes y constantes que les ayuden en los asuntos prácticos de la vida.

sábado, 18 de julio de 2009

LA MANO MIXTA

Son muy pocas las manos que se conforman realmente a alguno de los tipos anteriores en su forma pura, aunque un tipo puede predominar sobre otros. Por ese motivo tenemos una quinta clasificación, la mano mixta, que puede proporcionar un importante marco de referencia para un análisis preciso de la mano.

Por definición, la mano mixta (Fig. 2.5) contiene aspectos que se encuentran en dos o más de los tipos anteriores; puede ser primor-dialmente cuadrada, pero con uno o dos dedos de forma espatulada, la forma básica de la mano puede ser cónica, pero contener elementos que se encuentran en una mano cuadrada, más práctica.

La forma básica de la mano debe servir de fundamento a un análisis cuidadoso. Los dedos, montes y líneas, así como modificadores como la consistencia y tamaño, textura de la piel y flexibilidad, suelen proporcionar una información más específica con respecto al análisis del carácter y la expresión individual de la vida.

Por estas razones, cuando estudiemos una mano debemos tener en cuenta todos estos factores, y evaluar las relaciones entre los diversos aspectos. Aunque al principio esto puede parecer difícil, logrará este objetivo con intuición y paciencia. Tras un tiempo de práctica conseguirá una «gestalt» de la mano a los pocos minutos de cuidadosa observación.

viernes, 17 de julio de 2009

CONSISTENCIA

La consistencia de las manos se determina midiendo su dureza o suavidad a la presión. Al entender la consistencia básica de la mano podemos determinar tanto el nivel de energía como el modo en que ésta se expresa en la vida cotidiana. Si toma las manos de sus amigos entre las suyas y las oprime suavemente, podrá hacerse una idea precisa de su consistencia.

Puede identificar un mano fofa cuando aplasta fácilmente la carne al apretarla. Esa mano revela una baja energía física, y en consecuencia el individuo tendrá dificultad para manifestar en el mundo material sus sentimientos y planes concretos. En muchos casos, las manos fofas son indicativas de un sonador ocioso y sensible al que le disgusta el esfuerzo físico y el emocional.

Cuando las manos son fofas y gruesas, son más pronunciados los aspectos sensatos de la personalidad. Es común la autoindulgencia con la comida, sexo, drogas y alcohol, y a menos que el pulgar sea fuerte, se carece de fuerza de voluntad. Cuando las manos son delgadas y débiles, el nivel de energía del individuo es extremadamente bajo. A las personas que tienen esas manos les resulta extremadamente difícil mantener una actividad a largo plazo.

Las manos blandas muestran ausencia de tacto óseo bajo la presión. Aunque pueden ser indicativas también de un bajo nivel de energía, el potencial de movimiento es superior al de las manos fofas. Cuando son blandas y gruesas, son aplicables los comentarios hechos sobre las manos fofas y gruesas.

Manos elásticas. No es fácil estrujarlas y tienden a devolver la presión. Muestran vitalidad, adaptabilidad y movimiento. Además de fortalecer las cualidades reveladas por los montes, dedos y líneas, se encuentran en personas a las que les gusta inventar y crear. Tienen la capacidad de responder fácilmente a las nuevas ideas y de adaptarse a las circunstancias inesperadas.

Las manos firmes son ligeramente elásticas y se flexibilizan ante una presión moderada. Son indicativas de un individuo enérgico activo y fuerte, que es responsable y estable. Aunque no es capaz de adaptarse a las ideas nuevas y circunstancias inesperadas lo mismo que el que tiene manos elásticas, las personas de manos firmes son capaces de tener en cuenta lo que hay y adaptarse a ello, aunque para ese esfuerzo necesiten tiempo.

Las tiranos duras no muestran signo de ceder bajo la presión. Se encuentran en la mayoría de los hombres, carecen de elasticidad y su textura es áspera. Como puede imaginarse las personas de manos duras carecen también de flexibilidad mental y tienden a ser muy firmes en sus posiciones. Además suelen tender a «mantener dentro» su energía, lo que puede producir ataques repentinos de furor y enfermedades relacionadas con la tensión.


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