domingo, 7 de junio de 2009

De la inercia a la acciòn

La voluntad es un aspecto divino del universo y una poderosa fuente de fuerza y poder. A una planta le permite crecer atravesando el cemento, y da a muchas especies animales su tenacidad y su capacidad, a menudo asombrosa, de adaptarse a un entorno hostil y florecer en él.

En los seres humanos, la voluntad está conectada con el alma, o «la esencia, sustancia, principio animador o causa actuante de la vida». El aspecto de la voluntad está detrás de nuestra capacidad de sobrevivir, de crecer y de manifestar nuestros talentos y habilidades. Sin voluntad, la humanidad no habría sido capaz de evolucionar. Es el poder que nos ayuda a explorar nuevos horizontes y crear ciudades, naciones y civilizaciones.

En un nivel psicológico, la voluntad está estrechamente relacionada con el ego, o nuestra«yoidad». Concierne a nuestra conciencia de nosotros mismos como seres humanos distintos, capaces de amor, creatividad y autorrealización. La filosofía esotérica enseña que tenemos dos egos: el ego mortal o personal, que rige los deseos y necesidades básicos de la personalidad, y el ego divino, que representa el espíritu, el «Cristo interior» o el ser superior.

En el nivel más elemental, la voluntad está estrechamente relacionada con el ego mortal y representa nuestro instinto de supervivencia básico. Además de la voluntad de vivir, ejercemos también la voluntad con el fin de lograr y mantener una estructura familiar.

En cuanto que expresada a través del ego mortal, la voluntad se implica también en cuestiones psicológicas más complejas, que incluyen nuestra necesidad de placer, poder, posición y seguridad. La voluntad se relaciona a menudo con cuestiones de control, pose-sividad y dominancia dentro de la estructura familiar, especialmente con el esposo o esposa y los hijos. Cuando se expresa en el contexto del lugar de trabajo, se puede manifestar como implicar la lucha para la obtención de beneficios sociales, como estatus, popularidad y respeto.

Cuando nos volvemos más maduros en un nivel de la personalidad —y cuando las energías del alma pasan de los niveles inferiores de la conciencia al nivel superior—, la energía de la voluntad cambia para reflejar más el ego divino. Este nivel está más relacionado con sentimientos de inclusividad, la aplicación de la sabiduría interior y la capacidad de mantenerse abiertos a la voluntad de Dios. En la medida en que el ego personal pueda trabajar armoniosamente con el ser superior, mayor será el grado de integración personal, de paz interior y de autorrealización.

En la mano podemos ver la expresión de la voluntad. Se refleja primordialmente en la fuerza, forma y posición del pulgar, en el poder de los montes y en la claridad y forma de las líneas mayores. Entendiendo nuestra fuerza y debilidad —y transformando las corrientes negativas en cualidades nucleares positivas— podemos manejar el poder de la voluntad y lograr que trabaje para nosotros.

Las manos de tipo cuadrado, espatulado o mixto suelen reflejar una voluntad fuerte, especialmente cuando son firmes, fuertes y moderadamente plegables. Las manos estrechas, pálidas y suaves en exceso con dedos débiles o flexibles suelen indicar inestabilidad emocional, falta de resolución y dificultad para enfrentarse a la adversidad.

0 comentarios:


Free Blogger Templates by Isnaini Dot Com and Wedding Net. Powered by Blogger